Es una enfermedad viral. Causa una parálisis aguda que puede ocasionar incapacidad física permanente e, incluso, la muerte.
El virus de la poliomielitis se transmite vía fecal-oral y oral-oral, y por agua o alimentos contaminados.
Produce un cuadro clínico que afecta a uno o varios grupos musculares, con probabilidades de producir una parálisis.
El desarrollo de las vacunas contra la poliomielitis y la implementación de programas de inmunización han erradicado esta enfermedad en todos los países del hemisferio occidental.
Debido a las campañas sostenidas de vacunación el poliovirus 2 ha sido erradicado en el mundo, situación certificada por la OMS en septiembre de 2015.
Los últimos casos de enfermedad a poliovirus 3 fueron en el año 2012 y el poliovirus 1 es el único que permanece en circulación en 2 países del mundo: Pakistán y Afganistán.
Actualmente nos encontramos dentro de un plan global para la erradicación de los 3 tipos de poliovirus de acuerdo a lo determinado por la OMS. Dicho plan, llamado “El Plan”, tiene como objetivos la detección e interrupción de la transmisión del poliovirus y la eliminación de la totalidad de los casos de poliomielitis paralítica ya sea por PVS o por cepas vacunales (PAVV) o virus derivados de la vacuna. El reemplazo de dosis de vacuna OPV por IPV es inevitable y necesario para erradicar la parálisis causada por cualquier tipo de polio virus. En Argentina a partir del 1° de junio de 2020 se incorpora la vacuna antipoliomielítica inactivada al CNV con esquema básico a los 2, 4 y 6 meses de vida, y un refuerzo único al ingreso escolar (entre los 5 y 6 años) suspendiendo la dosis de refuerzo correspondiente a los 15-18 meses.