Es una enfermedad viral que se contrae generalmente durante la infancia.
Entre personas a través de las secreciones respiratorias que los pacientes infectados expulsan al toser, hablar o estornudar. También la madre infectada puede transmitirla durante el embarazo a su hijo en gestación.
Se manifiesta con una erupción cutánea (manchas rojizas en la cara y luego en el cuerpo), ganglios inflamados en la zona cervical y detrás de las orejas, y fiebre alta. Las formas asintomáticas son muy frecuentes.
La rubéola, cuando se adquiere durante el embarazo (principalmente en el primer trimestre), puede producir alteraciones graves en el feto y/o en el recién nacido, tales como retraso mental, cataratas, sordera y cardiopatía, entre otras (síndrome de rubéola congénita). Por eso, es importante que las mujeres en edad fértil y sin evidencia de tener inmunidad se vacunen antes de quedar embarazadas, con el fin de evitar la infección durante la gestación y las posibles complicaciones para el bebé.